La actividad de la lechería se extiende en zonas cada vez más marginales por efecto del avance de la superficie de cultivos de soja. Es por esto que con motivo de lograr mayor eficiencia y competitividad, se encaran en el sector nuevas estrategias para aumentar las productividades, incorporando complementos nutricionales, recurriendo a la más novedosa tecnología de ordeñe, apoyada en la genética para aumentar volúmenes de producción. Sin embargo, muchas veces se soslaya la importancia de la calidad del agua tanto de bebida del ganado como al empleo del agua en el lavado de los equipos e instalaciones del tambo.
En las principales cuencas lecheras de la Argentina, la fuente de aprovisionamiento de agua es subterránea y generalmente presenta salinidades de medianas a altas, provocando corrosión en equipos y en las instalaciones de los tambos. Por otra parte, una elevada salinidad del agua genera rechazo en el consumo del ganado, haciendo una ingesta mínima cada animal, reduciendo consecuentemente el volumen de materia seca en su alimentación y así disminuyendo la producción de leche. Esta situación es estática en la mayoría de los establecimientos; los animales nacen en el lugar, siempre ingieren ese agua “salada” y entonces producen menos de lo que potencialmente producirían si las vacas bebieran una calidad óptima de agua.
Es por este motivo que ISC S.A. trae buenas noticias al respecto y ofrece la tecnología para romper y transformar esta inercia negativa en soluciones para aumentar efectivamente la productividad cuando la calidad de las aguas no son las adecuadas para la actividad. ISC S.A. cuenta con la suficiente experiencia en tratamientos de agua y en particular en la actividad de la lechería y la ganadería, habiendo desarrollado equipos robustos y confiables para ser instalados en establecimientos agropecuarios. Con tratamientos de desmineralización de agua por ósmosis inversa se han logrado aumentos de la producción desde el 14 al 27% en tambos con aguas salobres. El aumento de la producción crece en la medida en que las aguas son más saladas. Asimismo, el ataque de la corrosión en el equipamiento es mayor cuanto más saladas son las aguas, es por eso que el beneficio de contar con tratamiento de aguas en las peores situaciones, es mayor.
No es casualidad que uno de los primeros “Tambos Calesita” instalados en país y aquellos tambos más modernos y eficientes hayan apelado al tratamiento de agua para preservar las importantes inversiones que se realizaran en la instalación de los mismos. Es primer experiencia en el “tambo calesita” ya lleva más de tres años con total éxito; nos referimos al establecimiento “El Porvenir” de Hugo y Adrián Boscarol de la localidad de Suardi en la provincia de Santa Fe. Allí se halla instalada una planta desmineralizadora de agua por ósmosis inversa ISC con una capacidad de producción de agua de 72000 litros/día
En Suardi el agua tratada se emplea para el lavado de las instalaciones del tambo preservando los equipos de ordeñe y de frío, y además para el agua de bebida de los animales se mezcla con agua cruda para alcanzar un grado óptimo de salinidad. El resultado obtenido en la preservación de los equipos fue notorio, mientras que la producción lechera tuvo un aumento del un 14 %, aún durante la prolongada sequía sufrida en los últimos tres años. Esta información puede ser consultada y verificada directamente con los productores. Existen numerosos equipos instalados en tambos, que incluso, proveen agua potable para las viviendas de los establecimientos. Una aplicación muy útil y valorada por los productores es el tratamiento de desmineralización de agua para bebida de terneritos en las guacheras, puesto que en los primeros meses de vida estos animales son más delicados con respecto a la ingesta de aguas salobres y en particular con elevados tenores de sulfatos, que como se sabe provoca diarreas que atentan contra el crecimiento e incluso con compromiso de la vida. Exitosas y redituables experiencias pueden recabarse a productores que han confiado en estas tecnologías.
Como ya dijimos, no es casualidad que aquellos que más invierten en las nuevas tecnologías, sean los que más rentabilidad obtengan de sus establecimientos.